Sin tener muchos conocimientos de mecánica, te señalamos seis puntos importantes a revisar antes de adquirir un coche usado.

En muchas ocasiones, cuando queremos comprar un coche de segunda mano nos empiezan surgir las dudas del estado técnico del vehículo que queremos adquirir. Hay ciertos aspectos que todos los conductores verificamos intuitivamente como pueden ser el desgaste de los neumáticos, el aspecto exterior de la carrocería, observando si tiene algún pequeño golpe, arañazo o tiene zonas donde la pintura es diferente al resto del vehículo, o la tapicería del interior, buscando si tiene alguna rotura o está desgastada en la partes más utilizadas como asientos. Sin olvidar el pomo de la palanca de cambios o los pedales.
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En este artículo vamos a explicar de manera sencilla como poder verificar seis elementos del coche cuando no disponemos de grandes conocimientos de mecánica y tampoco queremos gastarnos un dinero extra en que un taller de confianza nos haga un análisis más detallado del vehículo, sobre todo si el precio de compra del vehículo no es muy elevado.
1. Revisión de los niveles

Una de las comprobaciones más sencillas y más importantes. Es muy recomendable revisar todos los niveles del vehículo antes de comenzar la prueba del mismo. Los imprescindibles a verificar serían el aceite del motor, el de refrigeración (anticongelante), el líquido de frenos y el de la dirección. Además de estar dentro del rango de sus niveles mínimo y máximo, observar que no existe ningún tipo de supuración ni goteos en los manguitos de unión de los mismos. Observar también por la parte inferior del coche, si se ven posibles gotas en el suelo.
2. Las Suspensiones
Esta es una de las comprobaciones más sencillas que podemos hacer y que nos proporcionará gran información sobre este sistema. Consiste en apoyarse con todo nuestro peso sobre la zona de los pasos de rueda delanteros para hacer la simulación de la compresión y recuperación de los amortiguadores.
Al realizar esta acción, deberían absorber el esfuerzo, se comprimirán y volverán a su posición original cuando nos quitemos. Ambos amortiguadores se deben comportar igual, ya que si no cuando circulemos con el coche notaríamos sensaciones distintas en un lado que en otro del vehículo, incluso que no vamos nivelados. En los traseros es más difícil hacer esto, por lo que su comprobación serán las sensaciones al volante.

3. La Transmisión y la dirección
Antes de comprar un coche, es muy aconsejable poder conducirlo, aunque no sean muchos kilómetros, intentando hacerlo tanto en carretera como por casco urbano. En ese trayecto es importante escuchar todos los posibles ruidos que puedan aparecer con el fin de detectar posibles desgastes o roturas en la dirección, así como en la transmisión del vehículo.
Si circulas en carretera, observar si el coche tiene tendencia de irse a derecha o izquierda cuando vayas transitando por una recta, ya que eso nos indicará por ejemplo que están mal alineados los neumáticos. Sería recomendable también realizar algunas curvas cerradas a derechas o izquierdas. En caso de no poder hacerlo, al menos, realizar algunos giros de 90 grados en calles contiguas o dar varias vueltas a una rotonda. Antes de bajarte, con el coche ya parado, es recomendable girar de manera suave el volante lo máximo en ambas direcciones.
4. El Escape
Otro de los puntos a observar serían los gases que emite el vehículo. Es importante prestar atención tanto cuando arranquemos el coche, como cuando lo estemos conduciendo, ya sea por carretera o por ciudad. Atenderemos tanto la cantidad de humo que expulsa como su color, ya que nos puede ayudar a descifrar algún posible fallo o mal funcionamiento del motor del vehículo.

5. Los frenos
De este sistema verificaremos dos aspectos. Por una lado, y siempre antes de probar el coche porque luego estarán muy calientes y te podrás quemar, es bueno comprobar el desgaste que sufren los discos y las pastillas de freno. El deterioro de los primeros se comprobará tocando directamente sobre ellos, en concreto en la parte exterior del mismo, para ver si existe un elevado escalón entre la parte donde actúan las pastillas y el borde. Si el escalón es bastante elevado quiere decir que la vida útil que les queda es limitada. Además se verificará si existen numerosas marcas de rallado sobre el mismo, cosa que también implicará una peor frenada y un mayor desgaste de las pastillas. En cuanto a las segundas, no siempre son totalmente visibles, pero al menos comprobar que tienen por lo menos un espesor de 5 mm. Con esa medida, aunque no estén nuevas, su vida útil todavía es suficiente para hacer bastantes kilómetros.
Una vez que circulemos con el coche, comprobar que cuando frenemos, la fuerza de detección es homogénea entre todas las partes de vehículo y que no notamos movimientos raros del mismo cuando accionamos el pedal.

6. El motor
Sería bueno analizar el ruido que hace el motor. Quizás sea lo más difícil, sobre todo si no existen llamativos chasquidos diferentes durante su funcionamiento. Lo que si que podemos hacer y es muy importante, es revisar posibles goteos, condensaciones y supuraciones que puedan existir alrededor de todos sus componentes y manguitos. Si nos encontramos con estas situaciones, es mejor analizar más en detalle ese vehículo, ya que estos aspectos no suelen tener buen pronóstico a la larga.
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ineresante pero le falta algo.Es decir, que es lo que se observa cuando hacemos cada una de esas seis comprobaciones que nos alerten de que algo va mal.